12 de abril de 2012

Cielo Cubierto

No llores más; déjalo, ¿vale? Desahoga tu alma de otro modo. Puedes elegir. ¿Por qué sigue el cielo cubierto? Si no cesa la lluvia, nunca amanecerá de verdad. Con lo bonito que es ver salir el Sol, ¡no me digas que no te gusta!

Pero comprendo lo que te ocurre. La noche acaba de empezar, y tú ya no puedes soportarla más. Sin embargo, debes esperar pacientemente: tarde o temprano el Sol se alzará en el horizonte. Quizás sea en poco tiempo, ¡todo depende de ti!

Vale, tienes razón. No sólo depende de ti: si la estrella no quiere salir, no lo hará. No puedes decidir por ella, pero sí atraer su atención. Esas nubes le impiden percatarse de tu presencia; vamos, ¡apártalas de su camino!

Deshazte de esa frustración, de esa penuria que se arraiga en tu corazón, y clama a los cielos con todas tus fuerzas. Eso es, ¡así se hace! ¡Las nubes se están yendo! Pronto la cegadora luz del astro rey bañará la tierra, y tu alma quedará en paz.

No te sorprendas de lo que has logrado hacer, al fin y al cabo es tu sueño y tu propio escenario. Tú moldeas tu mundo a tu antojo. Ahora despierta, y hazlo realidad.


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