Pero comprendo lo que te ocurre.
La noche acaba de empezar, y tú ya no puedes soportarla más. Sin embargo, debes
esperar pacientemente: tarde o temprano el Sol se alzará en el horizonte.
Quizás sea en poco tiempo, ¡todo depende de ti!
Vale, tienes razón. No sólo depende
de ti: si la estrella no quiere salir, no lo hará. No puedes decidir por ella,
pero sí atraer su atención. Esas nubes le impiden percatarse de tu presencia; vamos,
¡apártalas de su camino!
Deshazte de esa frustración, de
esa penuria que se arraiga en tu corazón, y clama a los cielos con todas tus
fuerzas. Eso es, ¡así se hace! ¡Las nubes se están yendo! Pronto la cegadora
luz del astro rey bañará la tierra, y tu alma quedará en paz.
No te sorprendas de lo que has
logrado hacer, al fin y al cabo es tu sueño y tu propio escenario. Tú moldeas tu
mundo a tu antojo. Ahora despierta, y hazlo realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario